Audio Instalado: ¿Nuestro país le da la importancia que realmente merece?
“La instalación de un sistema sonoro puede variar mucho entre un proyecto y otro, dependiendo por una parte del tipo de aplicación, así como de las necesidades particulares de la infraestructura en la que se llevará a cabo.”
Esto lo entendimos conforme fuimos desarrollando distintos tipos de proyectos, entre ellos salas de teatro, edificios corporativos, salones de belleza, clínicas estéticas, salas de reuniones, incluso hasta un “Mall Chino” (ojo que se viene una cantidad enorme de este último tipo de proyectos)
Sin embargo, viniendo de un rubro distinto pero similar a la vez (mientras estudiaba ingeniería en Sonido trabajaba dibujando planos de ingeniería eléctrica y llegué a desempeñarme como proyectista de esta especialidad por 10 años) siempre me he hecho las siguientes preguntas:
¿Por qué en nuestro país las empresas constructoras aún no le dan la importancia que se le da en otros lugares del mundo a los proyectos de audio?
¿Qué es lo que genera esta disparidad en las distintas especialidades de un proyecto, que por supuesto también se traduce en el presupuesto que se destina para atender las necesidades posteriores en las instalaciones electroacústicas de la obra?
Cuando trato de resolver estas interrogantes no puedo dejar de pensar en que esta desigualdad es, a mi juicio, en gran parte una responsabilidad compartida entre las empresas constructoras nacionales y los profesionales de audio dedicados al área de proyectos e instalaciones, incluso parte de esta responsabilidad recae en las Instituciones educacionales (insisto, a mi juicio).
Gracias al mundo del audio tuve la suerte de viajar al NAMM SHOW de Anaheim, California, el paraíso de cualquier Ingeniero de Sonido y de cualquier músico. Si bien es cierto, hay ferias más especializadas aún en el mundo de las instalaciones, este tipo de ferias, tan cosmopolita por lo demás, también tiene marcas de instalación como Shure, AKG, Bose, JBL, entre otras y lo que más rescato es como te abre la visión de negocio al entender cómo piensan fuera del país en el que has vivido siempre.

¿Qué quiero decir con esto?, muy simple…
Hasta ahora, Julio del 2021, algunas constructoras o mandantes de algún proyecto nos contactan de la siguiente manera:
(Daré un ejemplo del caso más “cómico” por no decir otra cosa)
"Buenas tardes, soy Fulano de la Constructora tanto, necesito cotizar “unos parlantes” (No da cantidad) para una cafetería de nuestro edificio corporativo, “no hay mucho presupuesto para este ítem pero necesitamos que el sistema haga esto, esto y esto” (Quieren algo que vieron en otro lado pero no saben cuánto cuesta) No sé cuántos parlantes serán pero es un recinto de tantos metros x tantos metros… Hazme tú una propuesta por favor, con los tipos de parlantes que podríamos poner…"
Luego de responderle amablemente que necesitamos más información al respecto, Ideal un plano, o por último que nos indique el tipo de cielo o nos deje realizar una visita, nos envían plano y fotos del lugar indicándonos que nos agradecerían rapidez ya que están cerrando los cielos porque la obra está en plena ejecución.
Hacemos el envío de la propuesta solicitada dentro del plazo acordado y nos dicen con total soltura que la cambiemos porque “ya cerraron el cielo” (¿Quién en su sano juicio cierra un cielo cuando aún te faltan especialidades por instalar?). Aun así, le hicimos otra propuesta con altavoces en los muros y su respuesta fue increíble:
“Muchas gracias, aún estamos viendo con que proveedor comprar, pero hay una posibilidad de abrir el cielo nuevamente, nos pueden indicar por favor cantidad, tipo de tubería y cable que debemos tirar para aprovechar” (A ver, déjame entender… Te he hecho 2 propuestas, aún no te decides a cerrar el trato conmigo, y más encima, ¿Quieres que te haga gratis el proyecto de audio? ¿En qué momento monetizo yo como empresa?)
En el mejor de los tonos, le explicamos que para entregarle esa información debíamos confirmar la compra mediante una orden por la ingeniería asociada… Resultado, se enojaron porque no quisimos regalar nuestro trabajo.
Resumiendo: la constructora no sabía lo que tenía que hacer, no sabía cuánto le iba a costar, no quería pagar por el desarrollo del proyecto y quería que se lo hiciéramos todo sin siquiera comprometerse al menos a oficializar que trabajarían con nosotros.
En buen chileno, la constructora mira “a huevo” nuestro trabajo.
En California eso era impensado, al menos en el círculo en el que me desenvolví.
El contratista conoce la importancia de un buen sistema de audio; conoce las normativas y que el no cumplimiento de las mismas podría generar hasta muertes si el sistema no proporciona al menos los requisitos básicos para entregar mensajes de emergencia e incluso de evacuación.
¿Por qué aún es tan difícil entender que la correcta ubicación de los altavoces es igual de importante que la correcta ubicación de las luces con kit de emergencia?
¿Por qué las constructoras están dispuestas a pagar un proyecto de iluminación con el debido recorrido de emergencia, pero no valoran de esta misma forma la importancia de un buen diseño sonoro a la hora de enfrentar una emergencia?
La respuesta me hace llegar a nuestro rubro.
¿El dueño de la constructora antes mencionada se habrá molestado tal vez porque en alguna ocasión pasada algún colega le proporcionó esta información de manera gratuita?
¿Cuántas veces en nuestro rubro, con tal de ganarnos determinado proyecto entregamos de manera gratuita más de la información que deberíamos entregar?
A modo personal, creo que nuestra labor de manera gratuita tiene las siguientes competencias:
Realizar una reunión y/o visita técnica aclaratoria
Identificar el problema y tener claras la o las soluciones
Orientar respecto a la o las soluciones y entregar un presupuesto por desarrollo
Toda etapa posterior, a mi juicio, debiese tener un costo.
Este esquema de trabajo lo hemos ido puliendo con el tiempo y después de haber “regalado” nuestro trabajo varias veces también.
Esta falta de claridad inicial de los profesionales del audio instalado a la hora de hacer sus primeros presupuestos o enfrentar sus primeros desarrollos creo que va estrictamente ligado a que en ninguna Universidad, ninguna malla curricular de la carrera de Ingeniería en sonido incluye una asignatura destinada al Audio Instalado.
Personalmente en mi institución (soy egresado de AIEP, generación del 2006), a lo más tuvimos “Gestión de Negocios” y “Desarrollo de proyectos”, pero básicamente el primero era para tener una noción economía básica y el segundo era para tener una noción de como montar cualquier tipo de negocio, pero nada en relación a como sonorizar un edificio corporativo, un aeropuerto o un mall, técnicas de enmascaramiento o al menos salir con conocimiento básico del Software EASE (Si no les suena el nombre del software o para que sirve, su desconocimiento me da la razón)

Estoy seguro que muchos de los egresados tampoco saben que Algunos gigantes del Audio Instalado, como SHURE, BOSE, BIAMP, tienen en sus páginas herramientas y calculadoras de dimensionamiento de altavoces, de microfonía e incluso diagramas de conexión, para entregar a los clientes y presentar sus diseños de la forma más profesional y clara posible.

En la actualidad, como parte del equipo de Audio Soluciones, nos hemos acercado a una de las Universidades más importantes que imparten Ingeniería en Sonido y les hemos planteado esta problemática y la necesidad de crear un par de asignaturas para una rama del audio donde la conectividad y buen diseño se hace cada vez más imprescindible.